Cómo saber si su pareja es inmadura

Después del enamoramiento y la decisión de vivir juntos, comienza la convivencia, el día a día, la hora de la verdad para los contrayentes. Comienzan los ajustes de la vida en pareja, la observación de los hábitos, buenos malos y regulares, algunos se toleran, otros se sobrellevan y otros más se trata de cambiar en la pareja con la consabida resistencia del que desea conservar sus rasgos de personalidad.

Aquí nos referiremos hoy a los que denotan inmadurez de una de las dos partes y que pueden ser un factor de grandes conflictos y que pueden llegar a la ruptura de la pareja; si se observan y se trabajan a tiempo, las parejas se pueden conservar y llevarse adelante con más madurez y felicidad.

•La pareja está demasiado apegado a los padres; llama diario a los papás, no toma una decisión sin consultarlos; los tiempos libres y los domingos es obligada la visita a sus papas. Focos rojos.

• No sabe controlar sus gastos. Gasta de más y casi nunca le alcanza para lo indispensable; lleno de deudas con el consabido disgusto de la pareja.

• Dedica más tiempo a otras cosas que a su pareja. Redes sociales, amigos, TV, trabajo, amigos… etc. (síntoma inequívoco de inmadurez)

• No vive acorde con su edad. Tiene 30 años y se viste y hace cosas de una persona de 20.

• Hay miedo al compromiso. A hacer planes firmes y sólidos para consolidar una pareja: trabajar, casarse, pensar en comprar una casa propia etc.

• No expresa sus sentimientos y tampoco sabe hacer charlas significativas; contesta con monosílabos y no es capaz de dar una opinión personal ni de opinar inteligentemente sobre temas de interés general.

• No cuida su imagen personal ni su higiene. Tal como se levantó, así se queda todo el día, su combinación de colores para vestir es espantosa y su selección de prendas de vestir es muy común: ropa suelta, jeans, una playera estampada, letreros en la playera que el portador normalmente no sabe que significa, y gorra. No hay variedad; no hay motivación ni halago para la vista.

• No acepta errores nunca. Tiene nulo sentido autocrítico y se escuda en decir que todo lo que hace está bien hecho y que los demás están equivocados.

Lo ideal es que se detecten estos detalles antes de que la pareja viva junta. De que surgirán conflictos, sin duda, ya que cada cabeza es un mundo y vivir juntos requiere constantes ajustes y muchas veces estamos enamorados de nuestras conductas a pesar de saber que no son las óptimas.

Si descubren que tienen alguno de estos rasgos, hay que reconocerlos y trabajar sobre de ellos. ¿Cómo? Tan sólo haciendo lo opuesto al hábito que nos agobia.

Por tanto, un poco de prevención y observación antes de dar el gran paso, ahorrará sin duda, muchos dolores de cabeza a las nuevas parejas. Pónganse listos. No sufran de más… buena suerte.

Saludos Cordiales.

12/Mayo/2015