¿A qué vino Jesús a la Tierra?

Para muchas personas no queda claro. Una gran cantidad de ciudadanos tienen la certeza de que Jesús vino para que ellos tuvieran dos períodos de vacaciones al año. Una, por Navidad; otra, para que en Semana Santa y Pascua, disfruten de dos semanas de asueto sin trabajo, ni escuela.

Otros piensan que vino a realizar milagros: curar leprosos, devolver la vista a los ciegos; multiplicar panes y peces, convertir el agua en vino y perdonar a los pecadores.

Otros más creen que vino a revivir a los muertos, caminar sobre las aguas y desafiar las leyes vigentes.

Algunos más creen que para combatir a Satán, fundar una iglesia, rescatar a las almas de las garras del infierno y llevarlas al cielo.

Otros más encuentran su llegada para hacer grandes negocios, con las limosnas, con los diezmos, con los pagos de los servicios religiosos, las bodas, los bautizos, las confirmaciones, las ceremonias de 15 años y los servicios en los funerales.

Muchos más para enseñar una vida de humildad, pobreza, servicio, celibato y misticismo fuera de cualquier vida social.

Un grupo especial piensa que para casarse con María Magdalena y formar un linaje en la tierra.

Hay quien pensó que vino como Rey de los Judíos para organizar un ejército y expulsar a los romanos del territorio judío.

Hay quien piensa que vino para enseñar verdades espirituales.

Otros están convencidos que llegó para inspirar la arquitectura religiosa y el arte sacro.

Muchos de sus seguidores creen que vino a enseñar magia, filosofía, esoterismo y metafísica.

Otros piensan que es un extraterrestre y otros más… que nunca existió.

Lo fascinante del caso es que el concepto de Jesús abarca eso y más; agrego la que pienso fue la más relevante de sus funciones:

Jesús vino para enseñar con sus acciones, el sentimiento más noble y total de todos los que existen: EL AMOR.

Antes de la llegada de Jesús el amor era sólo un aproximación de lo que llegaría a ser y se presentía que sería. Solamente había aproximaciones; buena voluntad, compañía, alianzas, matrimonios por conveniencia política o comercial, amistad, pero no amor. Era muy común matar… por cualquier motivo, a la menor provocación.

El mensaje es claro: “Un nuevo mandamiento os doy: “que os améis los unos a los otros, como yo os he amado”

Por tanto, no importa de qué manera veas a Jesús, estas fechas con asueto y todo, sirven como un remanso para re-tomar un concepto que sin duda hará bien a quien procure poner en práctica el más grande de los mandamientos que es la razón de ser de la venida de ese iluminado ser.

Felices vacaciones.

Saludos Cordiales.

23/Marzo/2016