Los Posmodernos

Esta forma de ver la vida y de vivir las expresiones artísticas, la arquitectura, la literatura, la historia y otros saberes humanos y sus dinámicas, nos es más cercano y vivencial, tenemos la ventaja de no estarlo comparando con otras corrientes, a menos que como en este caso, tengamos que analizarlo por razones de asignatura.

En este aspecto debo ser claro, en términos generales, como sociedad, no estamos muy acostumbrados a ver más allá de lo superficial, ninguna de las expresiones antes mencionadas. Nuestra sociedad mira y opina, pero hasta ahí. Saber si vivimos la posmodernidad o alguna otra corriente de pensamiento, no es tema de conversación frecuente.

Me llama la atención la muerte de los grandes relatos como una idea sobre los cambios en el pensamiento de la sociedad en el último cuarto del siglo XX y también el énfasis en la fragmentación de la historia, lo cual es lógico, ya que está conformada por pequeños episodios que se suceden, emergen, llegan a un climax y después fenecen o se diluyen dejando su propio sello. Tomemos como ejemplo el levantamiento insurgente en Chiapas de un personaje como “El subcomandante Marcos” quien en 1994, se levantó en armas al mando de un puñado de campesinos que portaban rifles de palo y otro tipo de armas rudimentarias. Después de haber declarado la guerra oficialmente al ejército mexicano y su gobierno, con todo el protocolo de una declaración de guerra formal…. el movimiento llegó a su cúspide cuando se descubrió y se hizo del conocimiento público que el Sub Marcos se llamaba Sebastián Guillén Vicente y se organizó una persecución judicial que no prosperó… años después el EZLN, organizó una marcha nacional para seguir luchando por los derechos de los pobres y finalmente el movimiento se diluyó. Hoy Marcos es un recuerdo y dicho sea de paso, una hermana suya tiene un puesto importante en el actual gobierno.

Parece que esta época está más familiarizada con las modas pasajeras y con el rompimiento del pasado, sin duda en esta posmodernidad, se acumula con mayor rapidez el conocimiento y se ponen en tela de juicio instituciones que antes eran o muy temidas, o muy respetadas. Tenemos por ejemplo, la iglesia católica, señalada y desprestigiada a nivel internacional por el descubrimiento de la pederastia imperante y el reconocimiento de que existe un gran número de sacerdotes homosexuales.

El saber acumulado es poder. Una vez más ese rasgo humano de adherirse a lo que produce poder. Esta época también se ha caracterizado por la lucha de igualdades y derechos de las minorías, algunos grupos antes rechazados por la sociedad se organizan, elevan sus voces, protestan y adquieren notoriedad y derechos que anteriormente no tenían. Grupos como las madres solteras, los homosexuales, los minusválidos, etc. buscan estar vigentes y ser reconocidos e integrados a la sociedad.

También ha influenciado de sobremanera un abrupto cambio social que no está mencionado, pero que es determinante en muchos campos de la estructura social que era rígida y con funciones definidas en cuanto a género: las mujeres, a ser madres y amas de casa. “La liberación femenina” que les permite a las mujeres mayor autonomía y más intensa participación social en las áreas mencionadas al inicio de este escrito y que competen a la posmodernidad. Por ejemplo el éxito alcanzado por una saga llamada “Harry Potter” escrito por la británica J.K. Rowling quien tuvo que disfrazar su nombre y que pareciera de varón, ya que sus editores decían que siendo mujer un tipo de libro épico como tal, no tendría éxito comercial.

En la posmodernidad está presente el afán de mejorar, pero no con las reglas anteriores; de innovar en todos sentidos, aunque sea poco razonable la innovación; un tanto en la experimentación creativa de: lanzo esta idea innovadora o este nuevo concepto a ver qué pasa ya que hay libertad y las reglas clásicas no son tan importantes: como ejemplo: he visto ejecutar la rapsodia húngara No. 2 al joven pianista virtuoso Maxim Mvrika vestido en una sala de conciertos como si fuera un rockero, a jóvenes instando a otros jóvenes a no sentirse culpables por experimentar; a tomar la desadaptación social como forma de vida…

Todas esas formas contraculturales corresponden a la antítesis de la modernidad que pugna aún por prevalecer.

Como individuo gregario, paradójico y frágil además de no consciente de las libertades de hoy y sin guía ni estructura ante tanto cambio la posmodernidad puede devolvernos la generación que le dé orden al caos.

Saludos cordiales.