¿Por qué Necesitamos una Pareja?

Basta acceder a las redes sociales o entablar alguna conversación para darnos cuenta de cuán descuidadas y desoladas están las relaciones amorosas y de pareja en nuestros días.

El grueso de la sociedad anhela una relación ideal, mágica, llena de encanto y felicidad, pero sin la comprensión del evento ni los recursos emocionales o de madurez para conservarla y disfrutarla.

Todos necesitamos una pareja porque somos seres gregarios, tenemos necesidades afectivas y la necesidad de pertenencia.

Tener una pareja representa estar acompañados, tener con quien compartir, luchar, lograr sueños, resolver problemas, aprender de la vida y del otro, experimentar la relación coital, divertirse, aprender del mundo con una intensidad distinta y más significativa que si lo hiciéramos de forma individual.

Los grupos humanos primarios pronto se dieron cuenta que necesitaban del clan, de la tribu y de un individuo del sexo opuesto para sentirse cómodos y armoniosos. En el devenir de los tiempos y los cambios sociales, las formas de expresar el amor han variado, pero los principios prevalecen.

En todas las culturas y en todos los tiempos, las sociedades han sabido que todo hombre y toda mujer, han llegado a la edad en que se les dirige para que tengan su propia pareja, formen su familia y vivan en sociedad.

¿Qué tenemos hoy? Una sociedad individualista que no alcanza a equilibrar sus necesidades afectivas con las materiales, las profesionales, las sociales y las de pareja; la mayoría de las personas anhelan pareja y muchos la tienen, pero ¿con qué calidad?

Hay muchas parejas que viven juntas, pero por todo pelean; algunas viven bajo el mismo techo y no se hablan; otras se tratan con insultos; otras más no valoran a la persona que tienen y sólo se brindan infidelidad el uno al otro; algunas parejas están enrutinadas y resignadas a lo aburrido de las obligaciones del día a día.

En alguna parte del camino se olvidaron que el amor es dar, antes que recibir, que formar pareja es alimentar el sentimiento día tras día, es volver al respeto y dar gusto al otro, ser cómplice y compartir en vez de exigir solamente. Si sólo se estira la mano para demandar y exigir del otro, eso puede ser cualquier cosa pero no es amor… y el final es siempre doloroso.

El amor es un ente vivo que se queda en donde es bien cuidado, y aún si es bien cuidado y no se queda, dejará una gran huella y enseñanza… si se sabe ver la lección más allá del conflicto.

Las canciones que escuchamos y cantamos nos hablan de una sociedad que se siente muy defraudada y muy lastimada por haber amado.

“No me vuelvo a enamorar… totalmente para qué” - Juan Gabriel

“Te amo y luego te odio, y te odio y luego te amo, luego te odio; no me dejes jamás” - Vicky Carr.

“Es fácil para ti el abandonarme, es fácil para ti el abandonarme, llevándote mis sentimientos” - Angeles Azules

“Que tengo el corazón, en carne viva, que yo no sé olvidar, como ella olvida” - Raphael

Mucho sufrimiento, que se agudiza por dejar de lado atender las necesidades de la persona amada.

Algunas personas piensan que demostrar el amor significa ser cursi, consideran que demostrar amor en todas sus formas y ser constantes en el mismo es ridículo, separan muy bien la conducta del novio, el amante, el marido, el casanova, el sancho, el ex y el amiguito con derechos. Ellas también lo hacen aunque se dan más permiso de expresar sus sentimientos.

El amor es amor y necesita demostrarse mientras se sienta y los acuerdos sociales o explícitos perduren; la pena por restringir el afecto es la soledad y el desamor… invariablemente.

“Eres duro y frío” dicen las mujeres del marido seco y poco demostrativo de afecto.

“Eres frígida”, dicen aún los maridos de las esposas distantes y poco dispuestas al amor.

Los expertos en relación de pareja aconsejan procurar las siguientes muestras de afecto con la pareja, so pena de vivir un auténtico “Love on the rocks” (amor en las rocas):
Ternura.- Tratar a la pareja con respeto muchos abrazos y caricias. Mucha cercanía cuando convivan juntos. De hecho y por naturaleza, las parejas lo hacen. Después, lo olvidan.

Mimos.- Arrumacos. Caricias no necesariamente sexuales. (Aunque también, también)

Observación.- Admiración. La primera atracción entre dos personas es a través de la mirada. Las parejas saben que observar, mirar y admirar es una señal de atracción; dejar de mirar, es dejar de tener interés en el otro; por ende, se interpreta que se ha dejado de amar. ¿aún ves a tu pareja con admiración y deseo?

Caricias.- De todo tipo… Inocentes y atrevidas, tiernas y salvajes. Toques, muchos toques, no tocar y ser tocado en una relación es comenzar a marchitarse la persona y significa comenzar a dejar morir la relación.

Sonrisas.- Abandonar el gesto duro y ensayar y brindar la sonrisa lo más posible. Una relación con un “cara de palo” es muy frustrante.

Abrazos.- De todo tipo: de oso, de lado, por delante, por detrás, sentados, acostados, de cuchara, de revés, de acurruco, etc.

Halagos.- Por todo y de todo. Cero palabras duras, críticas destructivas o groserías.

Que no fálten los “te quiero” “te amo” “me encantas” “me gusta estar contigo” y todo lo que el corazón sienta.

Besos.- de todo tipo. No los explicaré aquí, todos saben de qué se trata.

La gente dice: “Es que yo no soy así” El experto en conducta humana pregunta: “¿quiere conservar su relación amorosa?” si la respuesta es Sí… ¡ENTRÉNESE Y APRENDA!

No se trata de lo que a usted le guste o no; se trata de lo que su pareja necesita y de que usted conserve un gran amor y no haya necesidad de llorar su ausencia en algún antro o en la soledad de su cuarto, por no hacer un esfuerzo para la plenitud.

Sugerencia de expertos en las relaciones de pareja. Tarde o temprano, usted necesitará una, y conservarla es trabajoso, pero lo es más, andar buscando con incertidumbre a cada rato, como forma de vida.

Saludos cordiales.

31/Mayo/2016