Cuando la Amistad Termina

Tal vez hemos pasado por la dolorosa experiencia de enemistarnos con un@ buen@ amig@, después distanciarnos y posteriormente dejar de verle; es decir, literalmente perderlo.

Hay un vació, hay un dolor profundo, hay un duelo y el eterno pensamiento de que… pudo ser diferente y que podemos recuperarle.

Si el daño o la causa de la ruptura fue muy severo, traición por ejemplo, revelar secretos que las amistades se dispensan, abusar de la confianza o posesionarse de los bienes del amigo, defraudar o ser desleal, hay dolor y tristeza y casi nunca se recupera.

Puede suceder y de hecho, sucede. ¿Qué hacer?

Como en todas las relaciones que creamos, en esta vida no hay eternidades; las personas están con nosotros el tiempo que deben estar y no más. Es cosa de dos y de las vivencias que los identifiquen a ambos.

A veces son las distancias las que alejan a los amigos; a veces uno cambia de conducta y se vuelve una amistad “incómoda” otras, cambia los intereses radicalmente de lo que hacía y se pierde la continuidad.

Por eso, es muy importante, conservar a los amigos con un aprecio de calidad y respetar muchísimo su dinámica de vida… cuando se van, o cuando nos vamos, normalmente, el ciclo ha terminado; ya no hay más que aprender.

Queda un gran recuerdo si fue una amistad edificante y queda un sabor amargo y una gran lección si el asunto terminó mal. A sí tenía que ser… y no es fatalismo, es simple observación… los amigos discrepan, se pelean, aprenden los unos de los otros, se reconcilian, se apoyan, se divierten, a veces romancean, comparten, y a veces se lastiman mutuamente. Es así.

El que encuentra amigos verdaderos tiene una valiosa joya en cada uno de ellos; el que tiene amigos y lo traicionan o defraudan se toparon con los mejores maestros de vida, ambas categorías son necesarias para nuestro aprendizaje y evolución.

Cuida a tus valiosos amigos y hónralos siempre que los tengas cerca o aunque se encuentren lejos.

Permanece alerta los falsos amigos y agradéceles las útiles lecciones que te brindan; para eso precisamente llegaron a tu vida.

Prosigue en la dicha de disfrutar al amigo leal y dale vuelta a la hoja para dejar ir con gallardía, resignación y perdón a los que consideres “malos amigos”.

Saludos Cordiales.

12/Julio/2016